Una historia del Amazonas...

By | 2/28/2011 10:45:00 p. m. Leave a Comment

La mañana del 12 de febrero del 2005; en lo profundo de brazil; esta historia esta situada en la bella selva del amazonas, o por lomenos, lo que queda de ella; lugar donde la procupacion por el enfrentamiento entre una mujer de 73 años y dos hombres armados.

La anciana, que era monja, encontro a dos hombres de aspecto rudo, deforestando el bosque pues eran necesarias las raices de cientos de arboles para sembrar un buen pasto para su ganado que despues seria procesado como carnes; la monja calmada, advirtió que el bosque no era suyo, y que no tenían derecho a la clara de los árboles para sembrar pastos para su ganado, pues era mayor el daño que el beneficio.

Un hombre intentando convencer a la anciana dijo;

“Pero monja, entonces a usted ¿No le gusta comer carne?”

Y esta respondio;

“No me gusta saber que cada bocado implica la muerte de 10 arboles”

Soprendete respuesta, pues justamente por cada 10 arboles destruidos, creceria alimento suficiente solo para una vaca, Imaginemos ¿cuantos arboles eran necesarios si el ganado era superior a 10, 000 cabezas?

"si este problema no se resuelve hoy, nunca va a ser"

Dijo el hombre que habia permanecido callado; según un testigo, quien más tarde se presentó en el juicio de los dos hombres, la anciana los vio llegar a su pistola. Ella solo abrió su Biblia y comenzo leer,
"bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados",
Luego ella asustada se volvió para irse aparentando tranquilidad, dejandolos, sin embargo, uno de los hombres apuntó su arma hacia ella y apretó el gatillo.La Biblia manchada de sangre, y la anciana calleron a la tierra.Despues de este tragico incidente; nacio una frase conocida por los interesados en la proteccion del Amazonas; cuya mitad, ahora no existe mas.
"La muerte de los bosques es el final de nuestras vidas"
Decia la asesinada monja Dorothy Stang.




"La muerte de los bosques es el final de nuestras vidas"

Decia la asesinada monja Dorothy Stang.







By: H.G. Luk0fth























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